Hola. Escribo esto con la intención de soltarlo en alguna calle de la ciudad para que alguien lo recoja y así saber que hay alguien acompañándome en mi dolor. Soy una porquería. Pero nadie lo sabe. Dentro de mi ser porquería, hay algo que sé hacer bien: mentir. He mentido tanto y tan bien que por eso nadie se ha dado cuenta de la porquería que soy. Pero ya no puedo más. Siento que ya no puedo disfrutar de la vida fingiendo ser otra persona. Es una tragedia… estoy en un dilema: o seguir sin disfrutar de la vida siendo un mentiroso fingiendo ser alguien que no soy, o decir la porquería desagradable sin oportunidades que en verdad soy. Pase lo que pase, el resultado será trágico. Maldita vida, maldita sociedad. Qué injusto, como quisiera presentarme como realmente soy. Pero no se puede pues. Imagínate, ¡qué dirán de mí! Querido amigo, porque tú si eres mi amigo porque tú si sabrás cosas de mí que nadie sabe, quiero decirte algo más. Sé de mucho más gente que practica los mismos oficios que yo. Sé que existen otras porquerías además de mí. No soy el único.
Pero bueno, así es como hay que vivir.
miércoles, 8 de abril de 2009
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